La Eurocámara ha aprobado el texto que fija su postura para iniciar este otoño las negociaciones de cara a definir el contenido del nuevo reglamento de la agricultura ecológica. Se prevé que durante el primer semestre de 2016, bajo presidencia neerlandesa, se alcance un documento de consenso que siente las reglas de la agricultura biológica comunitaria.
Entre los aspectos más importantes, para evitar fraudes y reforzar la confianza del consumidor en los alimentos ecológicos, destacan la conservación de los controles anuales sobre el terreno de las explotaciones ecológicas y la realización de auditorías en función del riesgo, el mantenimiento de las explotaciones mixtas, un plan para ayudar a la reconversión ecológica de pequeños agricultores, así como propuestas para incrementar la trazabilidad del alimento ecológico en todos los eslabones (desde la producción hasta la venta al público).
Umbrales de residuos
Respecto a uno de los puntos más discutidos de la propuesta inicial de la Comisión, el de los umbrales de residuos no autorizados en alimentos bio, el Parlamento ha apuntado que si se violan las normas de producción orgánica, se detecta o sospecha la presencia de productos no autorizados, por ejemplo, pesticidas, el producto final no puede llevar la marca de ecológico.
Aún así, los eurodiputados han avalado que, a partir de 2020, la Comisión podría formular una propuesta legislativa para establecer umbrales máximos para las sustancias no autorizadas y que los agricultores obtengan una compensación por una contaminación involuntaria.
En referencia a las importaciones de terceros países, la Comisión de Agricultura del PE avala la propuesta inicial de la Comisión de que los alimentos ecológicos importados cumplan las estrictas normas europeas.
En ese contexto, los eurodiputados respaldaron que las reglas de equivalencia en vigor, que obligan a los terceros países a respetar normas similares, pero no idénticas a las vigentes en la Unión, desaparezcan de manera progresiva en los cinco próximos años.
No obstante, para impedir posibles problemas de aprovisionamiento en el mercado de la UE, defendieron que la CE pueda, durante un periodo máximo de dos años, ajustar las exigencias de la importación para ciertos productos que no respetan totalmente las normas europeas.
La propuesta de la Comisión, mejorada
Por su parte, el ponente del informe sobre la legislación ecológica de la Eurocámara, Martin Häusling, ha asegurado, en un comunicado, que “se ha mejorado sustancialmente la propuesta de la Comisión” y ha añadido que están satisfechos con la posición alcanzada.
El sector ecológico español ha valorado las mejoras introducidas por el PE de cara a la negociación final del reglamento sobre agricultura ecológica y espera que culminen con un texto que mejore el actual y que apueste por el desarrollo de la producción biológica comunitaria.
“La propuesta del Parlamento Europeo mejora algunos aspectos conflictivos incluidos en la propuesta de la Comisión”, ha señalado a Efeagro la secretaria de la Asociación Vida Sana, Montse Escutia, que suponen un “avance”, según Intereco, entidad que agrupa a las Autoridades Públicas de Control.
Este documento “enmienda sensiblemente” la propuesta de la CE, aborda las preocupaciones manifestadas por el sector en diferentes áreas y “supone un reconocimiento de que la propuesta original iba a impedir un crecimiento sostenible de la producción ecológica en Europa”, según la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE), que se hace eco del comunicado de IFOAM-UE.
Importaciones de terceros países
No obstante, aún quedan flecos por limar, como ha reconocido a Efeagro el presidente de la Federación de Empresas con Productos Ecológicos de España (Fepeco), Juan Antonio Caballero, en clara referencia al asunto de las importaciones de terceros países.
Caballero ha considerado “peligroso” que en los próximos cinco años se eliminen las normas de equivalencia, que obligan a terceros países a respetar reglas similares, pero no idénticas a las vigentes en la UE y ha abogado por que los productos importados cumplan con las mismas reglas de juego que las que se producen en suelo comunitario, ya que de lo contrario “se incurre en competencia desleal”.
Ha señalado que “España es el país más estricto en este sentido”, donde se considera que el límite debe estar por debajo del nivel de detección.
Escutia ha destacado, no obstante, que “para nuestro país es importante que se mantenga la posibilidad de fincas mixtas, siempre que el agricultor no se dedique al mismo tipo de producción en ecológico y en convencional”.
La Eurocámara mantiene la posibilidad de existencia de explotaciones mixtas (producción convencional y ecológica), con la condición de que sus actividades estén claramente separadas y diferenciadas y respalda la certificación ecológica en grupo para pequeños agricultores.
Además, el sector valora que el Parlamento pida que se mantengan las inspecciones anuales y que “la certificación no se base sólo en el análisis final del producto, sino en la comprobación in situ de que las cosas se están haciendo bien”, según Escutia.
Intereco también considera un logro el mantenimiento de las explotaciones mixtas y el de las auditorias anuales, así como la realización de los controles en función del riesgo del operador, aunque “para nosotros sigue siendo imprescindible que se apliquen los mismos criterios en toda la UE” -en referencia al umbral de residuos-, si bien “valoramos el avance realizado por el PE”.
Desde la Asociación Vida Sana han confiado en que las negociaciones que ahora se inician “den su fruto lo antes posible” con una nueva propuesta de reglamento que mejore el actual, ayude al desarrollo de la agricultura ecológica y aumente la confianza del consumidor.