Nuestro amigo y antiguo compañero Juan Luís Sánchez Sánchez, asesor de la Dirección General de la Producción Ecológica de la Consejería de Agricultura y Pesca, nos ha facilitado una serie de información que irémos publicando semanalmente con el propósito de ayudar a nuestros socios a manejar mejor su olivar ecológico.
Introducción
La olivicultura ecológica tiene como objetivo productir aceite virgen extra sin el uso de productos químicos de síntesis (fertilizantes, herbicidas, plaguicidas, etc.). Con ello, pretende garantizar la ausencia de contaminantes en el aceite, la protección de los recursos naturales: suelo, agua, atmófera, y biodiversidad, y prestar el máximo cuidado a la salud humana.
El cultivo ecológico ha de considerar que el olivar no sólo está formado por los olivos, si no que tienen a su disposición una serie de recursos como son el suelo, las plantas espontáneas, el agua de lluvia, los insectos auxiliares, los residuos del olivar (poda, alperujo…). etc. que han de manejar adecuadamente para conseguir aumentos notables en la rentabilidad económica de las explotaciones olivareras sin degradar el ambiente.
Además de los recursos propios, para el cultivo ecológico se pueden adquirir en el mercado otros fertilizantes orgánicos, enmiendas minerales, plaguicidas de origen natural y otros insumos que posibilitan un manejo adecuado del olivar. Todo ello está regulado en la normativa europea que rige la producción eológica.
I. Manejo del Suelo. Plan de fertilización.
La mayor parte de los olivares andaluces presentan suelos altamente degradados. Los tres procesos de degradación del suelo más comunes en los olivares son la erosión hídrica, la degradación física y la degradación biológica.
La erosión hídrica o pérdida del suelo provocada por la lluvia alcanza valores medios muy elevados debido a la situación en ladera de buena parte de los olivares y a que el suelo se encuentra prácticamente descubierto todo el año. La degradación física y biológica está relacionada con el exceso de laboreo, el escaso aporte de materia orgánica al suelo y la utilización de productos químicos de síntesis (insecticidas, fertilizantes y sobre todo los herbicidas).
Un suelo degradado, mal estructurado, con baja actividad biológica, no es capaz de transformar el abono orgánico (estiércol, compost, etc.) en nutrientes disponibles para el cultivo a la velocidad que éste necesita, pudiendo la producción resentirse durante los 2-3 años de transición a agricultura ecológica.
Por ello, la primera cuestión que ha de plantearse un olivarero que quiera transformar su finca a producción ecológica es que ha de recuperar ese suelo lo más rápidamente posible, con un buen manejo que sea económicamente viable. Para ello, es muy importante tener un plan adecuado de manejo de suelo y de fertilización durante los primeros años de conversión.
Tres técnicas van a tener el papel protagonista en el plan de manejo y fertilización del olivar: el uso de cubiertas vegetables, el compostaje de los residuos de almazara y el picado de residuos de la poda. En los próximos artículos vamos a desarrollar estas tres técnicas.
Autores: Gloria Guzmán, Laia Forester y Juan Luís Sánchez.
Fuente: juntadeandalucia.es