Varios años de incertidumbres llevamos ya desde que se hablaba de aquella “futura PAC” que ahora tenemos a las puertas y que aún no conocemos plenamente como se aplicará. Incertidumbre que se ha traducido en una mezcla de optimismo por lo que venía de Europa y de frustración por lo que venía de nuestra tierra.
Estos años que están siendo una travesía por el desierto para la mayoría de productores ecológicos a los cuales se les negaba una renovación de sus compromisos más que legítima y necesaria, en donde los agricultores y ganaderos de Los Pedroches hemos tenido que remar contracorriente en años de sequía, altos precios de materias primas y nulas producciones. Retrasos en pagos, incidencias en expedientes, disminución sin discriminación de superficies, inspecciones continuas, más retrasos,… están han sido las ayudas recibidas… No, no ha habido manos ni cuerdas a nuestro encuentro que hayan podido aliviar carga, nadie se ha acercado a empujar sino más bien a poner piedras en el camino… Y estamos donde estamos gracias a nuestro tesón, esfuerzo y a ese especial desparpajo de nuestras gentes que nos hace siempre mirar hacia delante y no hacia atrás…
Y delante otro reto, un nuevo marco comunitario que nos pondrá unas bases con las que tendremos que disponer para seguir remando… ¿otra vez contra corriente?
“Malos tiempos para la lírica”… Mal deben de ser cuando aquellos documentos que abrían el camino de la PAC y que deberían de llevar a un “Horizonte 2020” nos hablaban de Medioambiente, convergencias, redistribución de las ayudas, equilibrios entre agricultores, donde la producción ecológica era el paradigma ideal de un sistema productivo agrario sustentable… Si, era poesía para nuestros oídos, nos sentíamos plenamente identificados porque más que nuestra forma de vivir era nuestra forma de sentir.
Malos tiempos para la lirica deben de ser cuando aquellos autores que escribían aquellos versos son los que permiten que se haga todo lo contrario y traicionen sus primeros sentimientos. Proteger el status quo, cambiar todo para que no cambie nada, mantener el desequilibrio tremendo e injustificable entre regiones, comarcas y agricultores. Hacer cada vez más frágiles a los más socialmente rentables a costa de enriquecer a aquellos grandes que empobrecerán el medio rural porque su dinero nunca volverá al territorio.
Y qué decir de aquella Ley del Olivar en donde se nos vendía la idea del olivar de montaña era prioritario y fundamental en la política andaluza. Sólo quedó el intento último y desesperado por parte de la Consejería como propuesta al Ministerio de cara al reparto que quedó en un “NO “ rotundo y con la intención más de acaparar partida presupuestaria que interés propio en el olivar de montaña.
Malos tiempos para las palabras, las intenciones y los sentimientos bonitos, lógicos, sensatos,… cuando por decisiones políticas se actúa de forma contraria. Golpes bajos que no dejamos de recibir y que tendremos que estar preparados para que las decisiones políticas no agudicen más la fragilidad de nuestro sistema productivo y puedan dar aliento y cierta esperanza de prosperidad. Si no, pues seguiremos haciéndonos fuertes en nuestra personalidad y con la seguridad de que habrá quien nos lo agradezca.
Y en medio de todo esto surge una vez más la figura y personalidad de nuestro amigo y paisano (porque es uno de los nuestros) D. Francisco Casero Rodríguez. Surge con fuerza la coherencia de los sentimientos y las palabras con los hechos. Con Paco siempre ha sido así. Y SI, puedo decir que hay esperanza de ver gente que de su compromiso y trabajo hace una forma de vivir, …de ser…y de sentir.
Me desgarro por dentro pensar que se puede llegar tan lejos con su compromiso por la sociedad, por nosotros. Sí, también por la gente de Los Pedroches. Poner encima de la mesa lo más íntimo, tu propio ser, tu propia salud. Con ello no podemos más que respetar, animar y apoyar con la mayor de la humildad y generosidad tu forma de expresarte mediante esta huelga de Hambre que emprendiste por tu compromiso por una sociedad mejor, por una Producción ecológica mejor. Puede que el precio de remover conciencias que pones con tu salud es demasiado alto. Sólo me reconfortara saber que te cuidarás, que seguirás con nosotros porque estoy seguro que tu salud volverá a la que fue, pero también sé que las conciencias ya no serán las mismas.
Paco, eres dueño de tu hambre, como también nosotros somos dueños de nuestro destino, y que sin duda lo escribiremos con tus lecciones de vida.
Gracias, gracias y siempre gracias Paco Casero.