Desde Olipe queremos compartir una breve guía en la que se hacen recomendaciones sobre la armonía de los quesos y cuatro monovarietales de Aceite de Oliva Virgen Extra, se tienen en cuenta sus cualidades organolépticas para complementarse y ensalzarse entre ellos. El queso y el AOVE llevan muchísimos años de maridaje en nuestra cultura gastronómica, ¿cuál es vuestra combinación favorita?
Anteriormente hemos compartido con vosotros algunas de las herramientas que la Interprofesional del Aceite de Oliva Español crea para promocionar este excelso producto de la dieta mediterránea, pues nos parece que a pesar de ser un alimento básico en la cesta de la compra de cualquier familia, no se conoce lo suficiente, ni los tipos, ni la calidad ni cómo explotar sus virtudes organolépticas y nutricionales.
La Interprofesional del Aceite de Oliva Español ha creado una breve guía del maridaje perfecto entre quesos y aceites de oliva virgen extra.
Quizá os preguntaréis que a un producto con un elevado contenido en grasa como es el queso no hay que añadirle más con el aceite de oliva virgen extra, pero hay que tener en cuenta que hay productos tradicionales en los que demuestran que hacen buena pareja, como el queso en aceite de oliva, un maridaje que nació hace muchos años con el objetivo de prolongar la conservación del queso.
Ya sabéis que el queso en aceite de oliva se puede comprar preparado, pero también se puede hacer en casa y suele salir más económico, además se puede elegir el queso (algo curado) con el que se quiere elaborar, y por supuesto, el Aceite de Oliva Virgen Extra Ecológico Olivalle y Aceite de Oliva Virgen Extra Olipe. Podéis probar con algunas armonías que propone la guía, aunque algunas de las propuestas serán para disfrutar de ellas de otro modo, desde unas tostadas o pan tierno con AOVE y queso, a ensaladas, entre otras cosas.
Ya nos contaréis cuál es vuestra armonía de queso y aceite de oliva virgen extra preferida, no tiene por qué coincidir con lo que a continuación podréis leer, pues para los gustos están los sabores.
Quesos azules, un toque de dulzor con aceite de oliva virgen extra de la variedad arbequina.
Los quesos azules se caracterizan por su intensa acidez y en ocasiones por el picor. Los matices frutados de manzana y plátano de los aceites de oliva de la variedad arbequina son, por su dulzor, el complemento ideal para un maridaje con una gran personalidad.
Los quesos manchegos con la variedad manchega por excelencia, la cornicabra.
La elaboración con leche de oveja de la raza manchega confiere a los quesos manchegos su sabor ligeramente ácido, fuerte y sabroso, que se transforma en picante en los muy curados. Una personalidad que se engrandece cuando se suma a los aromas de fruta verde, manzana y al ligero picor del aceite de oliva virgen extra cornicabra.
Las tortas de oveja con su pareja, de aceite de oliva virgen extra hojiblanca.
La utilización de cuajo de origen vegetal es una de las principales razones por las que las tortas de leche de oveja adquieren sus característicos aromas lácticos y vegetales, así como un gusto intenso y ligeramente amargo. Unas características muy particulares que resultan potenciadas con las notas de hierba fresca, almendra y el ligero picor de los aceites de oliva virgen extra de la variedad hojiblanca.
Los quesos de cabra tiran al monte, buscando el virgen extra de picual.
Los quesos elaborados con leche de cabra presentan una gran mantecosidad y aromas suaves y lácticos. Su baja acidez, el picante moderado y el salado ligero son los elementos de su personalidad que los aceites de oliva virgen extra de la variedad picual engrandecen aportando su amargor, así como sus notas de frutado verde, higuera, tomatera y olivo.