El mercado cada día valora más los aceites nuevos, más frutados e intachables, y siendo así, desde Olivarera Los Pedroches nos comprometemos a incentivar la aceituna que nos ayude a alcanzar esos valores.
Ya ha comenzado la recolección de la aceituna en nuestra zona y el primer zumo de oliva del año está empezando a fluir en nuestras almazara.
A los primeros aceites del año, Columela (Siglo I d.C.) les llamó oleum viride y ya entonces este ilustre agrónomo gaditano invitaba a celebrarlos en la antigua Roma, desde donde eran reclamados los primeros aceites de la Bética para agasajar a los Césares y hacer ofrendas a los Dioses. Más de dos mil años después los expertos de sector siguen apreciando nuestro aceite verde y en estos días se negocian contratos de compra cuando el zumo aún está en el fruto.
A la cata, los aceites tempranos tienen aromas más intensos, son más frutados y recuerdan al verde, verde de aceituna y verde de hierba recién cortada, en boca resultan más picantes y amargos que los procedentes de aceituna más madura, características éstas que son positivas si resultan equilibradas, luego según la variedad recuerdan a frutas frescas, a sanas hortalizas o a hierbas silvestres.
Existen variedades de olivo cuyo aceite se adapta más al consumo cuando la aceituna se recolecta antes, tal es el caso de la catalana Arbequina, la cordobesa Picuda o la Manzanilla de Sevilla, que son especialmente valoradas a principios de campaña y otras que por su alto contenido en antioxidantes son más estables y guardan su fuerza a lo largo del año como es el caso de la Picual de nuestra zona de Los Pedroches.
En los últimos años la estrategia de calidad de Olivarera Los Pedroches S.C.A. cada vez está más asentada y esto ha originado, entre otras medidas, que se adelante la molturación de aceituna y los aceites resultantes sean organolépticamente más intensos e intachables. Ahora es el momento de que el consumidor lo disfrute, lo celebre y lo exija en la mesa. Cierto es que un ancho segmento del mercado aún prefiere los aceites de oliva planos, refinados y con poco olor y sabor pero también es una realidad que, cuando a un consumidor se le ofrece un virgen con fuerza y equilibrado y se le explican los usos culinarios apropiados, lo sabe apreciar.
Por tanto, adecuemos los distintos tipos de aceitunas a su uso más apropiado, instemos a la alta cocina a que experimente con los matices organolépticos de cada aceite en sus platos y transmitamos todo esto a un consumidor moderno que cada día es más exigente, tiene más cultura gastronómica y es consciente de que el aceite de oliva virgen es el gran tesoro de nuestra dieta mediterránea.