Cuando el viejo árbol de 2.000 años es arrancado y llevado a Alemania, una joven lucha por recuperarlo para ayudar a salvar a su abuelo.
Lo primero que un olivarero podría decir con orgullo es el número de generaciones que su familia ha cultivado su olivar, junto con la edad de su árbol más antiguo. La mayoría de los agricultores también admiten que están en el negocio por razones más importantes como ganar dinero. Para muchos españoles, un olivo no sólo representa la aceituna, el aceite o la madera; si no también cuenta su raíz, el patrimonio y parte de su alma. Son más de 2.000 años de historia que muchos están luchando para continuar.
Sin embargo, cuando los paisajistas de lujo y grandes empresas ofrecen 12.000, 15.000 o incluso 30.000 € por un árbol milenario, puede ser difícil de rechazar. Hay bocas que alimentar y cuentas que pagar.
El guionista, Paul Leverty, y directora de cine, Icíar Bollaín, plasman en la gran pantalla este dilema tan actual en «El Olivo», que será estrenado en los cines españoles el 6 de mayo de 2016.
La película cuenta la historia emocional de una familia de Castellón que se enfrenta a dificultades económicas y decide dejar el negocio del aceite de oliva para iniciar una granja de aves de corral. Cuando la familia opta por vender su olivo de 2.000 años de edad, a una empresa alemana de energía, el abuelo responde que este olivo es su vida. Si arrancan el olivo es como si le quitasen su vida. A pesar de su petición, el árbol es enviado a Dusseldorf y el abuelo deja de hablar y comer.
Doce años más tarde, su nieta de 20 años, Alma está obsesionada con que lo únido que puede hacer volver a su abuelo a su estado es recuperar el olivo milenario que la familia vendió contra su voluntad hace 12 años. Sin decir la verdad, sin un plan, y sin apenas dinero, embarca a su tío de 45 años, arruinado por la crisis, a su compañero de trabajo Rafa, de 30 años, a sus amigas Wiki y Adelle y a todo su pueblo, para recuperar el monumental olivo, replantado en algún lugar de Europa, y traerlo de vuelta a la masía familiar.
En una entrevista en RTVE (Radio Televisión Española), la directora, Icíar Bollaín, comenta la película. Ella admitió que el casting del olivarero perfecto no fue nada fácil. No hay muchos actores que tienen las manos y la cara de un hombre que ha trabajado en olivares toda su vida. Sin embargo, un día, tan pronto como vio al agricultor, Manuel Cuccala, bajando de su tractor, ella dijo: «Es él.» Cuccala tenía poca experiencia como actor. Sin embargo, tal y como señaló Bollaín, «Él no tiene ningún problema en identificarse con el personaje. En la escena en la que tienen que vender el olivo, él se pone muy sentimental porque, realmente, el también tiene un olivo del que nunca podían separarse «.
En la entrevista, la directora también explica que no fue fácil crear la escena en la que se arranca el olivo. Por supuesto que no podían arrancar un árbol de verdad, ya que iría en contra de lo que la película representaba. La única solución era construir una réplica del árbol, un proceso que duró seis meses.
Bollaín señala que el concepto de la película se puede extrapolar a muchas situaciones actuales en España. Ella continuó diciendo que los españoles deben cuidar y valorar sus comunidades, patrimonio y paisajes. Estas tres cosas, en definitiva, es como se define a los españoles. En el cuidado de estos valores, nos preocupamos por nosotros mismos.
«EN EL FONDO TU PAISAJE ERES TÚ»
ICIAR BOLLAIN
Cataluña y Valencia ya han comenzado varias iniciativas, tanto de base legal, y trabajan hacia el ahorro de olivos centenarios. Hay un creciente esfuerzo en España, especialmente en Andalucía, para conservar el patrimonio y la historia de la cultura del olivar.
Con el lanzamiento de «El Olivo», el 6 de mayo, españoles, como el público internacional podrá tener más conciencia del legado y valor incalculable que tenemos, ya que fue plantada por manos romanas y permanece profundamente arraigado en el suelo español.